Perros: Su agudo sentido del olfato y su lealtad los convierten en excelentes compañeros y protectores.

Vacas: Adaptadas a una dieta de pasto, poseen un sistema digestivo especializado (rumiante) que maximiza la obtención de energía de la vegetación.
Gatos: Con reflejos rápidos y una visión nocturna extraordinaria, son depredadores hábiles en diversos ecosistemas.

Vacas: Adaptadas a una dieta de pasto, poseen un sistema digestivo especializado (rumiante) que maximiza la obtención de energía de la vegetación.
Caballos: Sus largas patas musculosas les permiten cubrir grandes distancias rápidamente, lo que es útil tanto para escapar de depredadores como para buscar alimento.
Murciélagos: Como únicos mamíferos que pueden volar, usan la ecolocalización para navegar y cazar en la oscuridad.
Delfines: Adaptados al océano, tienen cuerpos hidrodinámicos y se comunican mediante sonidos complejos.
Elefantes: Su trompa multiusos y su gran memoria les permiten adaptarse y relacionarse profundamente en sus manadas.
Canguros: La bolsa marsupial ofrece un lugar seguro donde sus crías pueden desarrollarse después del nacimiento.
Osos: Con gruesas capas de grasa y pelaje, están preparados para sobrevivir en climas fríos y enfrentar inviernos duros.
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